¿Pintar sin el desastre del siglo? ¡Claro que sí! Las suaves puntas de los rotuladores acrílicos, similares a un pincel, no solo resultan agradables al tacto, sino que también invitan a explorar distintas técnicas de pintura. El rotulador imita la presión y flexibilidad del pincel, lo que permite realizar trazos precisos, desde líneas finas hasta franjas anchas con total facilidad.
La amplia gama de colores anima a crear obras únicas, ideales, por ejemplo, para decorar botellas de vidrio. ¡Y eso no es todo! También podéis pintar el propio estuche de los rotuladores y personalizarlo a vuestro gusto. Después, solo hay que colgarlo al hombro con su práctica cinta y… ¡a disfrutar del arte en cualquier parte!
Se limpian fácilmente de distintas superficies con un paño húmedo y no se emborronan mientras se dibuja.
Dimensiones del paquete: 10 × 7 × 15,5 cm.
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